Nuestro origen

VERÓNICA MANRÍQUEZ OSORIO

¡Nuestra artesana!

Hace 12 años, siendo profesora de Educación Física e instructora de baile en San José de Maipo, a Verónica le detectaron graves problemas a la columna y no pudo seguir ejerciendo. Esto la obligó a replantear su vida por completo, no había mucho tiempo, así que decidió acudir al don que siempre tuvo, las manualidades.

Partió con muñecas de trapo, un maravilloso oficio que nace en la antigüedad, estas muñequitas eran utilizadas para diversos fines, el que eligió fue el dar acogida a aquellas mujeres que perdieron a sus bebés en el parto.

Desde ahí nuestro nombre AMPARO, con el objetivo de materializar esta intención de amparar y acoger el alma de aquellos que lo necesiten.

Fue el 2012 cuando Verónica acepta una invitación para ser parte de un curso de fieltro húmedo... desde ese momento no se detuvo encantada con este maravilloso y noble material.

AMPARO "Emociones en Fieltro"

En el taller trabajamos desde lo más profundo de nuestro corazón para elaborar esta escultura en fieltro, piezas únicas en donde podrás encontrar historia, identidad y valor. Buscamos rescatar nuestra cultura nacional, haciendo que estos personajes, de la fauna y de nuestra historia, sean objetos dignos de contemplar.

Cada una de estas esculturas nacen desde un proceso de investigación de concepto, para terminar en un proceso práctica y técnico. El fieltro como material nos resulta apasionante, trabajar con el primer textil creado por el hombre, nos llena de orgullo, además de ser una materia prima 100% renovable, biodegradable, no tóxica, hidrófugo y hasta fungicida.

Una de las misiones de AMPARO es poner en valor el trabajo artesanal, en el que se involucra un "qué hacer" dedicado, prolijo y detallado. De esta forma cada pieza resultara única y espera con ansias conocer a su dueño que estará ávido de emociones, asombros y amparo, ingredientes que tanto necesita el planeta.

Te invitamos a hacerte parte de esta misión, cada pieza contiene un valor cultural y es tarea de todos mantenerla viva y retomar el valor que nunca debió perder.